jueves, 26 de abril de 2012

Nirgua es una ciudad del Estado Yaracuy ubicada en la Cordillera de la Costa en Venezuela, fue fundada en 1624, ésta es la capital del municipio homónimo.


Historia El 25 de mayo de 1624, Don Juan de Meneses y Padilla funda el pueblo de Nuestra Señora del Prado de Talavera, en el mismo lugar en que el licenciado Villasinda había intentado en 1554 establecer una población para someter a los indio...s Jirajaras. En 1628, después de 70 años de lucha con los indios, la que es hoy Ciudad de Nirgua se establecería definitivamnete a orillas del río de su nombre.

El 30 de mayo, El fundador de Nirgua, Don Juan de Meneses, se hace cargo de la gobernación de la provincia. Durante su mando se emprende con relativo éxito la pacificación del territorio ocupado por los indios Jirajaras.

Antes de 1552, fecha de fundación de Nueva Segovia, hoy Barquisimeto hay una referencia a Damian del Barrio caudillo nombrado por Juan de Villegas, Teniente del Tocuyo, quien encontró un poco de oro en la Provincia de Nirgua y las llamó Minas de San Pedro (Buría) y asentó allí su ranchería, con la gente que llevaba.. Hay una referencia histórica a El Capitán Mateo Diaz de Alfaro y su actuación en la pacificación de Nirgua.

Actualmente la población de nirgua cuenta con 51.261 habitantes (Cifras del Censo 2001 del Insituto Nacional de Estadísticas - INE -). Es el Municipio más grande del Estado Yaracuy, un gran productor agrícola (muy conocido en otros lugares por sus naranjas y café) y posee un gran potencial como destino turístico nacional e internacional.

Nirgua ofrece temperaturas cálidas durante todo el año de alrededor de 25 ºC, hermosos parajes tropicales y de montaña que atraen a muchos visitantes cada año.

JIRAHARAS COMO GRUPO HUMANO

"Quienes Eran Los Jiraharas Como Grupo Humano"
Después de los Indios Teques con Guacaipuro a la cabeza, no ha habido otra tribu con un sentido tan nacionalista (regionalista si se quiere) como los indios Jiraharas. En éllos la defensa del territorio contra el invasor no era simplemente intuitiva. Era un sentimiento más fuerte para defender la bucólica meseta donde habitaba y los valles del Este y Montañas del Oeste que dominaba completamente. Entendieron que la presencia del invasor significaba el término de su mundo conocido y amado y decidieron pelear por él hasta el holocausto. Los Jiraharas eran descendientes de los Caribes, y posiblemente influído por el medio benigno, suplieron la fiereza cruel del Caribe, por una valentía temeraria pero gallardá. Los españoles les arrebataban las mujeres (que eran altas y bonitas) y les mataban los niños. Los indios peleaban por rescatar sus mujeres, pero perdonaban la vida de los niños y mujeres de los españoles. Cuando en el sitio de Aguas Calientes (El Pantano) asaltaron la casa del fundador del Real de Minas de San Juan de Buría, Capitán Juan Bautista Veintemilla, perdonaron la vida de su mujer y sus hijos, a quienes ni siquiera tocaron. El Jirahara se consideraba espiritualmente superior al conquistador, a quien juzgaban sucio, cruel y despreciable. Cuando rescataban sus mujeres y éstas volvían embarazadas de españoles, le provocaban abortos para que no tuvieran hijos del "hombre cruel". Algunas indias capturadas se hacían matar en los intentos de escapadas o en el tormento de los azotes; las menos jovenes o enfermas se quedaban a la fuerza. El erudito y recordado Don Aquilino Peña contaba que el Jirahara era tan orgulloso frente al español, que una india adoctrinada y sometida pero de carácter muy rebelde, llamada "Veneno" o "Curare" por los españoles, tuvo un hijo de uno de éstos, y que cuando el muchacho era ya hombre se le llamó para formar Cabildo en representación de los que quedaba de los Jiraharas, y el indio rehusó alegando que "más PINTABA la madre que el padre", que él era Jirahara y que le deshonraría sentarse en el Ayuntamiento junto con quienes habian destruído su raza. Este último descendiente de la tribu pinta de cuerpo entero el profundo orgullo de raza y de amor al territorio que caracterizó hasta su fin al poblador autóctono de los valles de Nirgua. Todavía es tiempo: una tribu que como la del Jirahara puso tan alto el honor, la inteligencia, la grandeza de alma y el coraje gallardo de nuestra raza primitiva, merece la perennización del monumento o la eternización del nombre puesto a Calles, Avenidas, Parques y Escuelas. Fue una estupidez de la tiranía perezjimenista no respetar la vieja nomenclatura de la Calle que en Nirgua llevaba el nombre de nuestra tribu inmortal. El indio Yaracuy, que dicen habitó los valles de Udabacoa (donde está San Felipe), no fue nunca relacionado en los relatos de la conquista. Es más, su existencia como indio guerrero ha sido negada; y sin embargo los sanfelipeños sostienen la leyenda como un hecho cumplido en el pasado y la han trasmitido a sus generaciones, venerando su memoria en un monumento.
 

 EL VALOR Y LA AUDACIA DE LOS JIRAHARAS

Parífano Gran Cacique jefe de los Jiraharas
La tribu de los indios Jiraharas, eran descendientes de los indios Caribes, a la fiereza de estos, le agregaron la nobleza y una valentía temeraria y resolvieron pelear por sus valles y sus mujeres, hasta el holocausto; ya que sus mujeres eran muy bonitas, bellas y hermosas y los conquistadores luchaban con locura para arrebatárselas, pero cuando el combate de Agua Caliente, en el Pantáno asaltaron la casa del fundador del Real de Mina, Capitán Juan Bautista Veintemilla, lo mataron pero perdonaron la vida de las mujeres y niños. Una tribu como la Jirahara con su gran cacique "Parífano", que puso tan alto el honor, la inteligencia y la grandeza del alma y el coraje gallardo de nuestra raza primitiva, merece la perennización del monumento a la eternidad; porque lucharon al temible conquistador con valentía, abnegación y denuedo, aplicando la fórmula de ojo por ojo, diente por diente, frente al arrojo temerario del territorio del terrible enemigo español.

En un principio habitaron en las montañas de la Sierra "Jirahara", en la intricada selva Coriana y a medida que avanzaba el Conquistador, se fueron retirando hasta trasladarse definitivamente a las montañas de Nirgua y su lider inmaculado fue "Parfano", pero los invasores no lo tomaron en cuenta por envidia personal, y por temor a que se convirtiera en un caudillo, por lo tanto lo silenciaron y escondieron sus triunfos;en 1525 asaltaron y acabaron con Jorge Spira; en 1527 derrotaron a Diego deBoiza y después a Juan de Villegas; ajgunos indios fueron apresados y vendidos como esclavos en Honduras, lo que los volvió más furiosos; en 1551 atacaron las minas de oro de Buría y ayudaron al Negro Miguel en su revolución, los españoles fundaron las Villas de las Palmas y los indios la destruyeron; también acabaron con Villa Rica fundada por Diego de Romero en 1558; en 1559 pelearon nuevamente con Garci González, en el 1611 el Gobernador García Girón ocupa el valle, pero al llegar el invierno volvieron los indios a sus andanzas, siempre bajo la dirección de Parífano, luego su hijo Parifanelo lo sucedió en el mando.

En vista de que hasta ahora los Jiraharas se mantenían invencibles, el Gobernador Meneses y Padilla salió de Caracas con un ejército poderoso en 1625 y por tres años consecutivos los combatió sin darles tregua y los Jiraharas dirigidos esta vez por Parifanelo fueron derrotados y aplacados y el gobernador Meneses y Padilla fundó la ciudad de Nirgua y los hispanos dominaron el valle de las Damas, nombre puesto por los conquistadores en honor a las mujeres primitivas de este lugar que eran muy hermosas.

El último combare se libró en Rio Nirgua; Parifanelo fue herido y su mujer Cuchichama es muerta, cuando peleaba a su lado; con su mujer muerta en sus brazos, tomó el camino de la Peña antes ordenó la retirada, llegando a un arroyuelo en donde la enterró de acuerdo con las costumbres y esta vertiente lleva el nombre de la cacica; Parifanelo y sus compañeros derrotados, se internaron en la montaña para no aparecer nunca más y se perdieron en la eternidad del tiempo.

Gloria a "Parífano" quien supo defender el orgullo de su raza, que todavía pelea por no desaparecer, pero dejó el nombre inmortal de la resistencia tenaz del "Jirahara" con temeraria terquedad invensible, es el orgullo y la herencia trascendental del pueblo Yaracuyano.

 EL ULTIMO CACIQUE JIRAHARA

"GUARACAY."
"EL ÚLTIMO CACIQUE JIRAHARA"
El ayer histórico estuvo lleno de gente luchadora, tenaz y valiente tal como lo fueron los Caribes, los Araucos y algunas tribus independientes; pero entre ellos los Jiraharas ocuparon la atención de propios y extraños por su rebeldía a aceptar el dominio extranjero, su amor al terruño y profunda decisión de defender hasta con la propia vida su más preciado tesoro: La Libertad. Se dice que el vocablo "Jirahara" se usaba para designar a unas terribles hormigas, rojizás, grandes, muy bravas, pero luego se extendió a los pobladores que vivian en tierras donde abundaban dichos insectos y desde entonces a ello se les llamó Jiraharas, que pasó a ser sinónimo de valentía. Más de un siglo de resistencia de los indómitos Jiraharas impidió la conquista del Valle de las Damas, Buría, Quara, Urachiche hasta Barquisimeto, cerrando así toda posibilidad de fundar una ciudad entre El Tocuyo y Valencia. Todo intento fue inútil, porque los destruían tal como sucedió con Buría (1551), Las Palmas (1554), Villa Rica (1558), Nueva Jerez (1568) y en el informe al Rey de España siempre había la misma explicación: Los Jiraharas eran indomables y arrasaban con los establecimientos españoles. Hubo gobernadores como Gutiérrez de la Peña, Ponce de León y el mismo Pedro Collado, que exasperados por los continuos fracasos informaron al Rey que "mientras existieran 10 Jiraharas" sería imposible la pacificación y por lo tanto la ansiada ciudad no podría levantarse entre gente tan terrible. En 1620 el Capitán Andrés Román expresó que sólo se conseguiría la pacificación de las tribus si se liquidaba al jefe de la resistencia, que según el informante era "El indio GUARACAY", quien es el que más daño hace a los españoles, atacando a las tropas que marchan por los caminos reales desde el Valle de las Damas a Barquisimeto, que importa mucho aprehenderle y castigarle, que entren por la parte más oculta del Camino Real, por Urachiche y Quara y se le deben talar sus conucos para que no tengan comida. Luego fue enviado contra Guaracay al Capitán Bartolomé de Torrealba con las siguientes instrucciones:" se ordena y manda que se ha de aprehender y prenda al PRINCIPAL GUARACAY quien reside en Buría y Tucuragua y es jefe de una banda de forajidos y contra quien se ha abierto proceso y condenado a muerte..." Este y otros mandatos se pueden encontrar en el Archivo de las Indias, parte correspondiente a la Audiencia de Sto. Domingo, legado 194, año 1620 y así podremos comprobar no sólo los horrores de la guerra de conquista, sino también la habilidad, valentía y dignidad del último Cacique Jirahara GUARACAY, quien sacrificó su vida en defensa de la libertad de los suyos. Muerto GUARACAY el resto de la tribus se dispersó y los españoles fundaron la anhelada ciudad que no es otra sino: NUESTRA SEÑORA DE LA VICTORIA DEL PRADO DE TALAVERA DE NIRGUA, el 25 de Enero de 1628. Hoy, es hora que saquemos a este personaje de las páginas de la historia y le demos vida real, para que conociendo su obra, admiremos su heroísmo y emulemos su ejemplo. Y siempre que querramos un nombre que sirva de escudo para luchar por lo nuestro, allí estará el DE GUARACAY, Si queremos un simbolo que nos sirva de bandera para trabajar o un estímulo para adquirir sabiduría, valentía, alcanzar la justicia, el más indicado será GUARACAY.

NOMBRES DE LOS CACIQUES JIRAHARAS

"EL NOMBRE DE LOS CACIQUES JIRAHARAS FUE SILENCIADO POR LOS CONQUISTADORES"
Confieso que no conozco ningún documento de la época de la conquista que mencione a uno solo siquiera de los caciques Jiraharas. En el largo trecho que al español le llevó la fundación de Nirgua, varios caciques pelearon para oponerse al invasor: Paracaje, Parífano y Parifanelo pelearon durante setentitres años turnándose en el mando contra el español. Por relatos de nuestros antepasados sostenían que el dialecto del Jirahara era muy rico en fonética y que por eso un cacique con nombre de leyenda griega: Parifanelo, hijo de Parífano, dirigió la resistencia más enconada contra Juan de Meneses y Padilla, quien pasó en Nirgua tres años combatiendo sin tregua hasta que quebró la resistencia de los indios. Pacificando el valle (en el sentido que a esa palabra daban los conquistadores),fundó definitivamente el pueblo el 25 de Enero de 1628. Decían nuestros viejos que la última encaramuza entre españoles e indios se libró cerca de la cuenca del río Nirgua. Los Jiraharas estaban muy mermados por la larga y fatigosa resistencia. Parifanelo fue herido en el encuentro y muerta su mujer Curichana, que peleaba a su lado. El cacique ordenó retirada y con la muerta en sus brazos tomó el camino de La Peña. Llegando a un arroyuelo que desde entonces tomó el nombre de la cacica, la enterraron fieles a su costumbre de sepultar sus muertos a la orilla de las vertientes. Es posible que el ser humano que había en el Jefe Indio maldijo y lloró cuando vió que entre sus brazos su mujer se enfriaba con la palidez de la muerte; que perdía su mundo en su valle amado; que su hombría demostrada en escaramuzas, emboscadas y en largos años de tensión y vigilia habían resultado vanos para conservar los derechos naturales sobre el territorio que sus Dioses le habían dado... Montaña adentro el cacique y sus pocos hombres se perdieron en el tiempo para entrar en una leyenda... perdida la tierra pero a salvo de la humillación de esclavitud la materia y el espíritu. Los espeñoles llegaron a la región en viaje de exploración el año de 1554, con Damián del Barrio como Capitán; encontraron oro y decidieron explotarlo. El sitio de explotación no ha llegado a precisarse, por eso se le confunde con la mina de cobre que los conquistadores explotaron en las márgenes del Río San Pedro.- Los Jiraharas asaltaron y destruyeron la ranchería y mataron a casi todos los que en ella se encontraban. Desde entonces (1554 a 1628), mediaron setentitres años de guerra latente entre Jiraharas y conquistadores. Son pocos los pueblos coloniales de Venezuela que como Nirgua hayan pagado por sus cimientos un alto precio en vidas de indios y españoles.